martes, 15 de julio de 2008

Ese híbrido llamado Blyk

Aún cuando reconocidos analistas mantienen sus dudas sobre la sustentabilidad del modelo, los buenos síntomas de Blyk seducen y le dan a la industria móvil la esperanza de estar ante un nuevo camino; o algo así.

Según cómo se defina, Blyk puede ser 1) el primer operador móvil basado 100% en ingresos publicitarios, 2) una empresa de medios o 3) una plataforma para el desarrollo de contenido generado por sus usuarios (User Generated Content). Sólo que en este caso es contenido de voz y mensajería peer to peer.

Es llevar al extremo la tendencia hacia la hibridez (entre telcos y medios) que están inclinadas a adoptar buena parte de las operadoras móviles en el mundo.

Pero vamos a los números. Blyk es un MVNO (Operador Móvil Virtual), montado sobre la red de Orange del Reino Unido, que es donde fue creado en setiembre de 2007 por el finlandés Pekka Ala-Pietilä y otros ex directivos de Nokia.

Está dirigido sólo a usuarios de entre 16 y 24 años, que deben ser invitados por otro usuario o en alguna de las fiestas que organiza la compañía. Y que deben además llenar una rigurosa encuesta para definir su perfil de gustos antes de entrar.

A ellos Blyk les ofrece una SIM card (no un terminal subvencionado) con 43 minutos de llamadas y 217 SMS gratuitos por mes, a cambio de que acepten hasta seis MMS de publicidad al día. El usuario ahorra unos 350 euros por año.

A marzo de 2008 la empresa tenía 30 mil clientes, con un ARPU (ingreso promedio por usuario) aproximado de 30 dólares, que según Informa Telecoms es un 50% más que los usuarios prepagos de las demás operadoras virtuales en UK.

El otro cliente de Blyk son los anunciantes, a los que se les ofrece una alta segmentación en ese atractivo grupo demográfico, caracterizado por ser “conversador” con las marcas.
En una entrevista reciente Marko Ahtisaari, responsable de la experiencia de usuario de Blyk, explicaba que lo primero que tuvieron en cuenta al pensar los servicios fue cómo usan el teléfono sus usuarios. Y descubrieron que más allá de personalizarlo con ringtones y wallpapers, lo que hacen es hablar, enviar mensajes y ver el reloj.
No mucho más que mensajería.

“Debimos entender qué nivel de tecnología tiene ese grupo en éste momento, no dentro de tres años –dice Ahtisaari-. Para los fabricantes de teléfonos tiene sentido hablar de capacidades futuras, para tratar de venderlas, pero una empresa de medios como nosotros tiene que mirar los patrones de uso actuales”.

Los formatos publicitarios fueron diseñados en base a ese patrón de interacción, donde el usuario recibe un mensaje y lo responde. Probaron mensajes de voz, pero concluyeron que eran invasivos, los jóvenes no están interesados en esperar que termine el aviso para hacer su llamada. Tampoco les resultó Internet móvil.

A fines de junio pasado Blyk anunció que ya tiene más de 100 mil clientes y que crece a una tasa de 3000 por semana. Una de sus estrategias de adquisición es enviar equipos de promotores directamente a la calle para hablar con los jóvenes. Y en paralelo hacer campañas con marcas innovadoras para atacar targets específicos.

Si el éxito depende de la respuesta de esos usuarios a los anuncios, tampoco les va mal. Hasta ahora Blyk hizo 900 campañas en el Reino Unido, para marcas como Coca-Cola, STA Travel, Penguin, Buena Vista y L’Oreal, con un índice medio de respuesta del 29%.

Sus precios son transparentes: cobra 0,07 libras esterlinas cada SMS publicitario enviado, y 0,22 libras por cada MMS. También genera ingresos por la terminación de las llamadas que recibe en “su red” de otros operadores.

Para fines de 2008 la empresa piensa desembarcar en el mercado holandés. Y durante el año que viene en España, Bélgica y Alemania. En el horizonte de su modelo comercial prevén la posibilidad de introducir tecnología que permita a sus usuarios comprar bienes y servicios directamente desde sus handsets, y compartir esos ingresos con los anunciantes.

Un nuevo modelo de negocio: el flujo de ingresos y las relaciones con clientes de una empresa de medios; pero con costos “atados” la industria de las comunicaciones móviles.
Blyk compra capacidad de red a las incumbentes para montar un negocio de publicidad; y así logra que otros (anunciantes) paguen las costos, para regalarles a sus usuarios esos productos (voz y mensajes) que las operadoras tradicionales les cobran.

Fuente: Movilion

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